lunes, 18 de julio de 2011

EPIFANIO ENAMORADO DE UNA MESA

I

Voy a lanzar un apunte con malicia:

Levanto las cobijas y acuesto un perro.
Eso suelo hacerlo casi todas las noches
y antes de ello, el maldito perro me muerde.

II

Hay un gato en mi terraza
lo confundo con una paloma
¡al parecer vuelvo a estar bajo el efecto de tu nombre!
O alterando el curso Summerhill.

III

Mi nombre es Epifanio Mariacachafa
dicen que me enamoré de una mesa
yo prefiero llamarle terroncito de azúcar.

Pero, no resisto las ganas de confesar
que el perro, el gato, la paloma
no existen
así como no existe aquella mesa
y mucho menos
el traicionero mal llamado
Amor.

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